En el Cinépolis ubicado en Silao, Guanajuato, en México, la seguridad de una plaza comercial quería sacar a unos niños en condiciones de calle.

El gerente (muchacho con camisa azul) se dio cuenta de eso y lejos de aprobar las acciones del personal de seguridad, les invitó palomitas, refrescos y entradas, para que pudieran disfrutar de una función infantil.

Mientras que algunos usuarios de las redes sociales aplauden estas acciones, bastantes de ellos deploran la acción, argumentando que los mismos padres de los menores son los que les obligan a vivir mendigando por las calles y que al darles la oportunidad de disfrutar de una película, no soluciona su situación de vida.

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